Hoy domingo el partido del
Sol Azteca, el PRD llevara a cabo la primera consulta ciudadana a nivel nacional en materia energética y
fiscal, la cual se aplicará en
dos partes: la mitad del país el 25 de agosto y la otra mitad el 1 de
septiembre dicha consulta
la estará organizando y llevando a cabo Alianza Cívica misma que está
conformada por un consejo ciudadano dedicado a este tipo de propósitos. Sin
lugar a dudas esta consulta está diseñada para mostrar más que nada la posición
de este partido ante la propuesta de Reforma Energética que el Presidente Peña
Nieto presento en días pasados. Cabe señalar que en este tipo de consultas
quienes la organizan las diseñan
de acuerdo a lo que quieren dar a conocer, claro está, todo va acorde a sus
posicionamientos y a sus intereses expuestos y prácticamente es darle
legitimidad a estos posicionamientos partidistas mediante la consulta
“ciudadana” que en realidad a quienes se la aplican es a sus propios militantes
y simpatizantes sin realmente llegar a ser una consulta ciudadana amplia y
generalizada.
Ante este hecho Parametría “Investigación
Estratégica y Análisis de Opinión” publico por medio de Carta Paramétrica un
análisis muy certero sobre cómo se realizan este tipo de consultas y para quien
no conoce en la materia y tenemos interés en este tipo de temas, citare algunos
párrafos sobre esta publicación que nos dará sin lugar a duda un amplio
panorama para saber de lo que se dará a conocer como resultado de esta consulta
pública respecto al posicionamiento del PRD ante la propuesta de Reforma
Energética del Gobierno de la Republica.
La consulta sobre la reforma
energética presenta por lo
menos tres problemas: uno técnico, otro de enfoque (framming) y un tercero de
representatividad.
El problema técnico es de
diseño de cuestionario y por simple llama la atención. En diseño de cuestionarios
el primer requisito que se debe cumplir es el de neutralidad. Esta cualidad
evita cualquier posible sesgo sobre la respuesta del informante. Para lograr la
neutralidad en las preguntas se deben de balancear. Es decir se debe ofrecer al
entrevistado o consultado ambas opciones de respuesta para lo que se le
pregunta. Para este propósito igual que se ofrece la opción de acuerdo se debe
ofrecer la de desacuerdo. Por ejemplo la primera pregunta debería decir: “¿Está
usted de acuerdo o en desacuerdo en que se cobre IVA en alimentos y
medicinas?” Parece una diferencia muy simple, pero es muy relevante y cambia
los porcentajes significativamente.
El problema de enfoque se
conoce en la literatura de teoría de opinión pública como “framming” o
encuadre. Este sugiere que un entrevistado puede cambiar su opinión dependiendo
del contexto o los conceptos que se asocien al hacer la pregunta. Hacer una
consulta en la que se pregunta de manera simultánea dos temas —el fiscal y el
energético— predispone al consultado. El hecho de que primero se pongan las
preguntas en materia fiscal altera las respuestas en materia energética.
Asimismo sabemos por estudios
previos que “permitir inversión privada” para el público promedio significa
“privatización”, término con connotaciones negativas. Proceso con el que el
ciudadano siempre estará en desacuerdo independientemente de la materia que se
esté hablando.
Finalmente, en lo que se
refiere al tema de representatividad existen dos problemas, el primero es el
del convocante y el segundo es de acceso a las mesas de votación. Al ser el
Partido de la Revolución Democrática quien convoca a esta consulta es muy
probable que quienes participen sean sus propios simpatizantes. Estos
simpatizantes conocen la posición de su partido, por ello es fácil conocer su
opinión. El que sea el PRD el convocante implica ya una posición.
El segundo de los problemas de
representatividad es el número de mesas para poder participar en la consulta.
Los organizadores afirman que serán 5,000. Baste comparar este número con las
cerca de 144,000 casillas que se instalan en una elección federal, esta
relación es casi de 1 a 30. Si esto lo convertimos en un indicador de
probabilidad diríamos que el ciudadano va a tener 30 veces menos probabilidad
de participar en la consulta comparado con una elección federal.
Independientemente del interés que pueda tener el ciudadano la lejanía de las
mesas de votación le van a impedir tomar parte en este ejercicio[1].
Por ultimo Carta Paramétrica
establece que este tipo de ejercicios no son nada baratos pues su costo ronda
la cantidad de 25 millones de pesos aproximadamente. Por ello es muy importante
que los ciudadanos conozcamos este tipo de detalles en estos ejercicios, esto
nos da distintas visiones y panoramas de los sucesos públicos de los partidos
políticos, de lo que buscan con sus posicionamientos y consultas “ciudadanas”,
al final el que tiene la última palabra es usted. Y a usted ¿Qué le gustaría
Creer?
Alfonso Rojas P.
Politólogo
Acatlán, Pue
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