domingo, 25 de agosto de 2013

Consultas “ciudadanas”.


Hoy domingo el partido del Sol Azteca, el PRD llevara a cabo la primera consulta ciudadana a nivel nacional en materia energética y fiscal, la cual se aplicará en dos partes: la mitad del país el 25 de agosto y la otra mitad el 1 de septiembre dicha consulta la estará organizando y llevando a cabo Alianza Cívica misma que está conformada por un consejo ciudadano dedicado a este tipo de propósitos. Sin lugar a dudas esta consulta está diseñada para mostrar más que nada la posición de este partido ante la propuesta de Reforma Energética que el Presidente Peña Nieto presento en días pasados. Cabe señalar que en este tipo de consultas quienes la organizan las  diseñan de acuerdo a lo que quieren dar a conocer, claro está, todo va acorde a sus posicionamientos y a sus intereses expuestos y prácticamente es darle legitimidad a estos posicionamientos partidistas mediante la consulta “ciudadana” que en realidad a quienes se la aplican es a sus propios militantes y simpatizantes sin realmente llegar a ser una consulta ciudadana amplia y generalizada.

Ante este hecho Parametría “Investigación Estratégica y Análisis de Opinión” publico por medio de Carta Paramétrica un análisis muy certero sobre cómo se realizan este tipo de consultas y para quien no conoce en la materia y tenemos interés en este tipo de temas, citare algunos párrafos sobre esta publicación que nos dará sin lugar a duda un amplio panorama para saber de lo que se dará a conocer como resultado de esta consulta pública respecto al posicionamiento del PRD ante la propuesta de Reforma Energética del Gobierno de la Republica.
La consulta sobre la reforma energética  presenta por lo menos tres problemas: uno técnico, otro de enfoque (framming) y un tercero de representatividad.

El problema técnico es de diseño de cuestionario y por simple llama la atención. En diseño de cuestionarios el primer requisito que se debe cumplir es el de neutralidad. Esta cualidad evita cualquier posible sesgo sobre la respuesta del informante. Para lograr la neutralidad en las preguntas se deben de balancear. Es decir se debe ofrecer al entrevistado o consultado ambas opciones de respuesta para lo que se le pregunta. Para este propósito igual que se ofrece la opción de acuerdo se debe ofrecer la de desacuerdo. Por ejemplo la primera pregunta debería decir: “¿Está usted de acuerdo o en desacuerdo en que se cobre IVA en alimentos y medicinas?” Parece una diferencia muy simple, pero es muy relevante y cambia los porcentajes significativamente.
El problema de enfoque se conoce en la literatura de teoría de opinión pública como “framming” o encuadre. Este sugiere que un entrevistado puede cambiar su opinión dependiendo del contexto o los conceptos que se asocien al hacer la pregunta. Hacer una consulta en la que se pregunta de manera simultánea dos temas —el fiscal y el energético— predispone al consultado. El hecho de que primero se pongan las preguntas en materia fiscal altera  las respuestas en materia energética.
Asimismo sabemos por estudios previos que “permitir inversión privada” para el público promedio significa “privatización”, término con connotaciones negativas. Proceso con el que el ciudadano siempre estará en desacuerdo independientemente de la materia que se esté hablando.
Finalmente, en lo que se refiere al tema de representatividad existen dos problemas, el primero es el del convocante y el segundo es de acceso a las mesas de votación. Al ser el Partido de la Revolución Democrática quien convoca a esta consulta es muy probable que quienes participen sean sus propios simpatizantes. Estos simpatizantes conocen la posición de su partido, por ello es fácil conocer su opinión. El que sea el PRD el convocante implica ya una posición.
El segundo de los problemas de representatividad es el número de mesas para poder participar en la consulta. Los organizadores afirman que serán 5,000. Baste comparar este número con las cerca de 144,000 casillas que se instalan en una elección federal, esta relación es casi de 1 a 30. Si esto lo convertimos en un indicador de probabilidad diríamos que el ciudadano va a tener 30 veces menos probabilidad de participar en la consulta comparado con una elección federal. Independientemente del interés que pueda tener el ciudadano la lejanía de las mesas de votación le van a impedir tomar parte en este ejercicio[1].

Por ultimo Carta Paramétrica establece que este tipo de ejercicios no son nada baratos pues su costo ronda la cantidad de 25 millones de pesos aproximadamente. Por ello es muy importante que los ciudadanos conozcamos este tipo de detalles en estos ejercicios, esto nos da distintas visiones y panoramas de los sucesos públicos de los partidos políticos, de lo que buscan con sus posicionamientos y consultas “ciudadanas”, al final el que tiene la última palabra es usted. Y a usted ¿Qué le gustaría Creer?



[1] www.parametria.com.mx


Alfonso Rojas P.
Politólogo 
Acatlán, Pue

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