Después de varias lecturas obligadas de la época Evaristo salió rumbo al Carolino en pleno centro de la ciudad de Puebla, la resistencia de los grupos estudiantiles a la embestida del gobierno estatal había llegado a su climax, defender la Universidad pública, gratuita y popular tenía sus sacrificios...pasaron los años y la revolución nunca se materializó; los amigos de lucha ahora eran líderes de representación proporcional de los llamados partidos satélites al servicio del poder, viviendo en prósperos desarrollos inmobiliarios y algunos siendo empresarios.
HOY los maestros, electricistas, anarquistas, rechazados se congregan en varias plazas del país, las mismas consignas, los mismos traidores, los mismo enemigos; la historia es un proceso continuo que recicla las demandas sociales, sin embargo en este siglo XXI los procesos globalizadores son una herramienta de lucha, probablemente no social pero si con un carácter que permita la representatividad de las causas que 5 de cada 10 mexicanos tiene como desventaja en su capacidad de consumo.
Las causas de quienes participaron de la brutalidad del 68 no tienen justificación alguna, las causas tienen responsabilidades que deben enfrentarnos a nuestro pasado y de quienes participaron por acción u omisión son también ejecutores de este lamentable acto.
Hoy camino frente al Carolino y mis amigos ya no se encuentran, entono hacia mis adentros la Internacional, el himno que acompañó nuestras luchas...
