La velocidad del mundo pareciera haber cambiado. Vivimos tan deprisa y tenemos acceso a tanta información que somos capaces de consumir en tán sólo una semana lo que en otro siglo hubiese tomado la vida entera. La información disponible en la red es tanta que podemos revisar un tema a fondo y encontrar casi cualquier dato que busquemos.
Creo que justo esta vorágine, donde queremos consumir cantidades estratosféricas, no sólo de datos, sino de información, es lo que ha hecho que las infografías de todo tipo, se hayan puesto de moda.
Diseñar una infografía no es nada fácil, y se necesita un diseñador cuyo pensamiento abstracto pueda simplificar y cruzar información para poder graficarla. Aunque es un proceso complejo, cuando se concretan las ideas y se demuestran de manera visual, la información parece estrepitosamente reveladora e importante.
Ésta es la razón del por qué se han vuelto tan importantes en el mundo de la información.
Las infografías tienen grandes ventajas:
- Condensan información pertinente de manera gráfica y sencilla.
- Muestran datos duros, que de no ser por su representación visual, tardaríamos en entender mucho más tiempo.
- Gracias a la falta de texto, vuelven la información pregnante es decir, memorable, a través de su representación gráficas. La percepción del cerebro humano es mucho más sensible a los gráficos que a los textos.
- No necesita explicación. Una buena infografía debe ser entendida por sí sola; la mayor parte de las veces, se entiende aunque esté en otro idioma.
Es un gran instrumento de venta. Intenten crear una infografía con los números importantes para sus clientes y en lugar de enviar presentaciones tradicionales, manden una muy concreta con los beneficios, tendencias o información pertinente; su cliente la revisará y los datos habrán surtido efecto.
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